Si desea emprender, mejorar o expandir el negocio que ya tiene, lo más probable es que necesite de dinero. Si sus ahorros no son suficientes, ¡no se preocupe! En el mercado, existen distintas alternativas para obtener financiación.
Una de las opciones son los productos que ofrecen las entidades financieras como: las tarjetas de crédito y los préstamos bancarios. Para acceder a ellos, puede dirigirse a la institución de su preferencia. Sin embargo, debe saber que, por ley, antes de otorgarle un producto o servicio financiero, las entidades deben revisar aspectos de su negocio, entre los que se encuentran:
- El cumplimiento regulatorio. Hace referencia a que, los comerciantes y los negocios deben cumplir con las normas y leyes vigentes. En el caso de los comercios deben contar, por ejemplo, con el Registro Único Tributario (RUT) y estar registrados ante la Cámara de Comercio de la ciudad en la que se localiza el negocio.
- Gestión de riesgos. Se refiere a las medidas que implementan los comerciantes y empleadores para evitar futuros imprevistos, como puede ser un accidente laboral.
- La prevención de lavado de activos y financiación del terrorismo. Las entidades financieras deben verificar el origen de los ingresos de los emprendedores, comerciantes y negocios para garantizar que no procedan de actividades ilícitas. También, deben asegurarse que el dinero solicitado sea usado con fines legales.
- Prácticas de ética empresarial. Hacen referencia a los principios, valores y normas que guían las acciones de emprendedores, comerciantes y empleados.
Prácticas éticas empresariales que puede implementar en su negocio
Además de ser un factor estudiado por las entidades financieras, al momento de otorgar un préstamo, las prácticas éticas empresariales generan beneficios a los negocios. Pueden evitar imprevistos en el futuro como malos tratos entre los empleados o la insatisfacción en los clientes producto de una mala atención. Algunas prácticas éticas empresariales son:
- El respeto. Implica un trato amable y educado con las personas que entran y salen del negocio o se relacionan con la actividad económica que desempeña, lo que incluye a los trabajadores, proveedores y clientes.
- La honestidad. Consiste en mostrar la verdad, sin ocultar información ni generar mensajes confusos, como puede ser: afirmar que un producto tiene determinados beneficios, cuando no es así.
- Fiabilidad. Se trata de cumplir con la palabra y con aquello que promete. Si se comprometió a que el domicilio llegaba en una fecha y en una hora determinada, se recomienda entregar los productos en el tiempo establecido.
- Equidad. Consiste en tratar a todas las personas por igual, sin discriminación alguna.
- Responsabilidad social y medioambiental. Se trata de implementar acciones que generen un impacto positivo en las personas y en el planeta. El reciclaje, empaques biodegradables, disminuir los catálogos en papel, entre otros, son prácticas que puede aplicar. Si su negocio depende del uso de recursos naturales como el cultivo, la ganadería o la minería, puede implementar acciones como la reforestación.
Hay comportamientos que faltan a la ética empresarial. Este es el caso del trabajo infantil, la explotación laboral, el incumplimiento de las normas legales, los sobornos, la corrupción y el lavado de activos.
Implementar buenas prácticas, contar con planes de acción ante imprevistos y cumplir con las leyes no solo le ayudará a acceder a productos financieros, sino también, a mejorar y potencializar su negocio.