Todos los seres humanos tenemos distintos objetivos y metas en la vida como tener vivienda propia, realizar estudios, viajar, comprar un carro o emprender un negocio.
Para lograr todos estos propósitos se requiere dinero. El dinero no es un objetivo en la vida, pero sí es una herramienta o una ayuda para alcanzar nuestras metas. De allí, la importancia de manejar adecuadamente los recursos que tenemos y tener una buena salud financiera.
Muchas veces nos quejamos sobre la falta de dinero pero nos cuesta también tomar decisiones para mejorar nuestra situación financiera.
Recuerde que siempre es un buen momento para hacer una evaluación de las finanzas personales y de nuestras familias, pero sobre todo para tomar decisiones como:
- Ahorrar mensualmente una parte de los ingresos.
- No gastar en artículos que no necesitemos.
- Disminuir nuestras deudas con los ingresos extras que generalmente recibimos en la temporada de fin de año.
Estas acciones pueden convertirse en la base fundamental para construir nuestros sueños y alcanzar ese objetivo que hemos venido aplazando.
Mientras tomamos estas decisiones podríamos quizá empezar por cuidar los $10.000 o $50.000 que tenemos hoy en el bolsillo. En lugar de gastarlo en algo quizá innecesario, podríamos guardarlo porque de peso en peso se alcanzan al fin y al cabo las metas.