¿Qué pasa si vende o compra sin factura en su negocio?

¿Alguna vez se ha preguntado qué son las facturas de venta y para qué sirven? ¿Conoce las consecuencias de vender sin expedir factura? ¿Sabe cuáles son los beneficios que reciben los clientes y los vendedores con las facturas? Si quiere aprender todo sobre este documento tan importante para los negocios, esta información le interesa.

¿Qué es una factura de venta?

Una factura es un documento que certifica la transferencia de un producto o un servicio entre un vendedor y un comprador. Es decir, es el comprobante de que se ha realizado una venta y que se ha pagado exitosamente por ella. Además, es una prueba de la garantía del producto o el servicio y puede utilizarse para reclamar en caso de devoluciones.

¿Para qué sirve una factura de venta?

Para el vendedor, la factura permite registrar sus ventas y llevar un control de su contabilidad y su inventario. Además, facilita el cumplimiento de diferentes obligaciones tributarias, como el pago del IVA o el Impuesto Nacional al Consumo (INC). También, brinda seguridad al poder demostrar la propiedad de los productos que vende, evitando fraudes o reclamos infundados.

Para el cliente, la factura garantiza la propiedad de los productos o los servicios adquiridos y le permite ejercer sus derechos como consumidor. Además, puede usar la factura para reducir el monto de impuestos que debe pagar en su declaración de impuestos. Incluso, proporciona confianza, seguridad y tranquilidad al comprar en un establecimiento formal y legal.

¿Cuáles son las consecuencias de vender sin factura? 

Vender sin factura de venta es una práctica ilegal en Colombia que puede acarrear graves consecuencias para el vendedor, el comprador y el Estado. Aquí algunas de estas:

Sanciones para los vendedores.

El vendedor puede ser sancionado por la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales) con multas, cierres de su comercio, o penas de cárcel por evadir sus obligaciones e incumplir las normas de facturación. Para el caso de los negocios que están obligados a expedir facturas electrónicas, la sanción económica es el 1% de cada transacción que realizó sin cumplir las normas.

Cierre del establecimiento.

Si el vendedor evade su obligación de emitir factura, su negocio puede ser cerrado temporalmente. La clausura se realiza a través de la imposición de sellos que dicen “Cerrado por evasión”. Este cierre puede durar entre 3 y 30 días y es una medida severa para quienes no respetan las normas de facturación.

Pérdida de derechos del comprador.

El comprador puede verse perjudicado por no contar con un respaldo legal de su compra. Esto le impide hacer valer sus derechos como consumidor, reclamar garantías, devoluciones o reducir el monto de impuestos por pagar en su declaración de impuestos. Además, comprar sin factura significa no tener una prueba de la propiedad del producto adquirido.

Pérdida de ingresos para el Estado.

El Estado se ve afectado por la disminución de sus ingresos, lo que disminuye su capacidad para financiar el desarrollo económico y social del país. Al no exigir la factura, se contribuye a la evasión fiscal y se perjudica a todos los ciudadanos. Solicitar la factura en cada compra ayuda a garantizar que los impuestos se paguen al Estado. 

¿Un recibo es igual a una factura?

No, un recibo no es igual a una factura de venta. Algunos comerciantes entregan un recibo sin el nombre del vendedor, sin la identificación y sin la numeración, el cual no tiene ningún valor legal. Una factura válida debe incluir el nombre del vendedor, el número de identidad, la numeración autorizada por la DIAN, la descripción de la mercancía, el precio de los bienes y el valor del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

En resumen, vender sin factura puede traerle graves consecuencias legales y económicas. Como vendedor, es clave cumplir con las leyes de facturación para evitar sanciones y cierres. Como comprador, siempre exija la factura para proteger sus derechos y contribuir al bienestar del país. La factura de no solo es un requisito legal, sino también una práctica que garantiza transparencia, seguridad y confianza en los comercios.